En nuestra siguiente obra hemos procedido a impermeabilizar una cubierta con corcho. Dicha obra se ha llevado a cabo en la localidad de Ordizia, provincia de Guipuzcoa.
Como ya hemos enseñado en otros post, el corcho triturado es un material ecológico que se adapta a numerosos sistemas de impermeabilización, aislamiento y almacenamiento energético.
Para ello, el corcho triturado debe ir en combinación con otros componentes, principalmente resinas acrílicas que ayuden a la compactar y adherir dicho material a las superficies.
Nos encontramos con una cubierta de hormigón, subdividida en balsas que se encargan de almacenar el agua proveniente de la lluvia con el fin de proteger y aislar la misma. Este tipo de cubiertas era muy utilizado en las construcciones años atrás. Actualmente, debido a los problemas y riesgos de humedades y filtraciones que generan este tipo de cubiertas, su uso ha disminuido.
Puestos en la obra, comenzamos por evacuar el agua de todas las balsas y limpiar las mismas. Una vez seca toda la superficie de la cubierta, procedemos a aplicar 2 manos de imprimación acrílica mediante la proyección con bomba airless. Dicha imprimación es de base agua y esta compuesta principalmente por resinas acrílicas que penetrarán en el hormigón y servirán de puente de adherencia para la aplicación del corcho.
Tras dejar secar la imprimación, aplicamos una primera capa de nuestro mortero de corcho impermeabilizante. Dicho mortero está principalmente compuesto por granos gruesos y finos de corcho triturado, impermeabilizante cementoso, áridos y resinas acrílicas. Mediante la aplicación a llana, obtenemos una primera capa que saneará la superficie, cerrará poros y grietas, alcanzo en sí un espesor promedio de 5-7 mms.
Al tratarse de una formulación enlazada con resinas acrílicas de alta elasticidad, no es preciso colocar en la superficie previamente ninguna malla o sistema de sujeción similar, ya que dicha base está formulada para aplicarse de manera continua sin generar fisuras o grietas en la misma.
Una vez seca, aplicamos una segunda capa de mortero de corcho impermeabilizante. En esta ocasión, la composición es similar a la primera capa, solo que los granos de corcho triturado serán de grano fino únicamente para recubrir los espacios restantes y dar un mejor acabado a la superficie. Esta capa se aplica también a llana, dejando una menor cantidad que la primera capa, aportando a la superficie entre 2-3 mms más de espesor.
Una vez aplicado el mortero de corcho en la superficie, nos centramos en el perímetro de la cubierta. Al igual que en el suelo, limpiamos, saneamos e imprimamos todo el perímetro con imprimación acrílica. Tras dejar secar, sellamos todo el perímetro con masilla acrílica, colocamos una venda de fibra de vidrio e impermeabilizante y aplicamos 2 capas de mortero de corcho impermeabilizante encima. Tratamos el perímetro hasta una altura considerable, siempre por encima del nivel máximo que pueda alcanzar el agua.
Con toda la cubierta tratada, procedemos a proyectar encima del corcho, 2 capas de impermeabilizante líquido mediante bomba airless. Este impermeabilizante principalmente compuesto por resinas acrílicas, dará una protección superficial al mortero de corcho y lo protegerá del desgaste ocasionado por el sol.
Como mantenimiento de la cubierta, en los meses de primavera más avanzados, previo al verano, aplicaremos 2 capas adicionales de impermeabilizante caucho, algo más espesas que las capas previas, con el fin de garantizar la protección de la cubierta a la intemperie durante varios años más.
Una vez más, el corcho en combinación con otros materiales, es una excelente sistema de protección, impermeabilización y aislamiento. Al ser un sistema que va totalmente adherido a la superficie, su efectividad contra las filtraciones y goteras es altamente superior a otros sistemas como puede ser la tela asfáltica.