En nuestra siguiente obra hemos realizado la aplicación de un pavimento exterior para piscinas, en el suelo que bordea las piscinas de Aia, Guipuzcoa.
11 años después de nuestro primer tratamiento en el suelo de las piscinas de Aia, hemos vuelto para aplicar un pavimento exterior especial para piscinas con el fin de retocar la estética general del suelo y aportarle una mayor resistencia y durabilidad.
Los pavimentos exteriores, y principalmente los designados para bordear piscinas, son uno de los tipos de pavimentos que más exigencias climatológicas tienen que afrontar. Las altas temperaturas en verano, el brusco cambio en invierno y los constantes cúmulos de agua, hacen que la tarea de mantener un pavimento continuo sea complicada.
Para ello la elasticidad y resistencia son unos de los puntos claves en la base del pavimento. Un pavimento acrílico de alta formulación junto a un correcto acondicionamiento previo, son una de las mejores opciones de partida.
No menos importante que la base, es la superficie de dicho pavimento. La superficie va a ser la zona más expuesta al daño ocasionado por el sol, agua y variación de las temperaturas. Para afrontar esto, nuestra elección ha sido la de aplicar una pintura poliuretano acrílica de base agua, formulada con una elasticidad superior a la habitual, que tras ser aplicada en los grosores indicados alcanza una resistencia suficiente para todas las exigencias.
Como exigencia extra, dicho pavimento acrílico debe ser lo más antideslizante posible, sin llegar a ser demasiado rugoso para evitar daños o incomodidades en los pies de los usuarios. La formulación de nuestro poliuretano acrílico con la combinación de áridos específicos logran que dicho acabado sea el óptimo para el uso habitual de una piscina.
El resultado es un pavimento de exteriores continuo antideslizante, con alta elasticidad y resistencia a las exigencias del clima.