En nuestra siguiente obra nos hemos trasladado a la ciudad de Galdakao, provincia de Vizcaya para realizar un suelo de resina antideslizante.
Un grupo empresarial local ha decidido rehabilitar por completo un antiguo taller y re adaptarlo a la producción de piezas plásticas. Para el manejo y producción de dicho material, la maquinaria empleada genera residuos poco contaminantes y generan un espacio relativamente limpio dentro de la industria. Debido a ello, en este caso el nivel de acabado antideslizante debe ser de rugosidad baja, para favorecer a su futuro limpiado sin renunciara a un suelo resistente.
Previo al tratamiento del suelo, hemos pintado el interior del taller, tanto paredes, techos, columnas y puertas mediante aplicación de pintura plástica para interiores con bomba airless.
Una vez terminada la pintura, hemos fresado el suelo removiendo un espesor aproximado de 10mm con el fin de eliminar todo rastro de aceite y grasa anteriormente acumulada. A continuación aplicamos dos manos de imprimación epoxi y con eso acabamos el acondicionamiento previo del suelo.
Una vez listo, mediante la aplicación de varias capas de resina epoxi con áridos, alcanzamos un pavimento de resina con un espesor aproximado de 5-7mm y de gran resistencia. Para su acabado, hemos aplicado 3 capas de pintura epoxi otorgando al suelo el nivel de antideslizante necesario para dicha industria.
De este modo, el cliente dispone de un suelo de carácter antideslizante, con acabado poco rugoso y con el espesor y resistencia necesario para el desarrollo de su actividad.
