Pavimentos Epoxi Antideslizantes

Pavimentos Epoxi Antideslizantes

En nuestra siguiente obra hemos realizado la aplicación de un pavimento epoxi antideslizante a los suelos de los almacenes y cocinas del hospital de Galdakao, provincia de Vizcaya.

Al tratarse de un hospital y zonas donde se manipulan alimentos, una de las principales exigencias que requieren los suelos es la elevada capacidad higiénica de los mismos, sin renunciar a la resistencia y durabilidad.

     

Para tener un grado elevado de higiene, una de las principales condiciones que debe tener un pavimento es ser continuo, sin juntas, grietas o fisuras que puedan acumular suciedad. Al tratarse de un pavimento de resina epoxi continuo, cumplimos con dicha condición.

     

Otra de las condiciones exigidas es que dicho pavimento sea impermeable, para evitar así que los vertidos penetren en el suelo y se acumulen, generando una zona poco higiénica. Al aplicar como acabado 2 capas de pintura epoxi, protegemos el pavimento y hacemos que el mismo sea impermeable, facilitando las labores de limpieza y evitando que los vertidos penetren en el mismo.

     

La última exigencia que nos supone el suelo, y no por ello menos importante, es que el mismo sea antideslizante. Al tratarse de un suelo que habitualmente estará con humedad o mojado, es importante que los operarios puedan realizar su trabajo con seguridad. Para ello, aportamos un grado de antideslizante a nuestro pavimento.

En conclusión, el mejor pavimento en la actualidad que puede cumplir con dichas exigencias, es el pavimento epoxi antideslizante.

     

Para llevar a cabo la aplicación de dicho pavimento. Comenzamos como es habitual con el acondicionamiento previo del suelo. Procedemos a desbastar el mortero cementoso existente con el fin de eliminar todo resto de suciedad del suelo y abrir el poro.

     

Tras ello aplicamos una capa de imprimación epoxi, la cual será el correcto puente de adherencia entre el mortero cementoso y el posterior pavimento de resina epoxi.

     

Una vez seco, aplicamos una primera capa de resina epoxi mediante el uso de la llana, con espolvoreado de arena de sílice. Dicha capa aportará la base del suelo, la cual le dará resistencia y dureza debido a su espesor.

     

A continuación aplicamos una segunda capa de resina epoxi coloreada y espolvoreamos nuevamente arena de sílice en una menor cantidad, con el fin de mantener en la superficie la rugosidad que le dará al suelo la condición antideslizante.

Una vez seco, lijamos la superficie para suavizar las puntas de la arena y reducir el grado de antideslizante. Tras ello aplicamos 2 capas de pintura epoxi, dando así el acabado superficial al pavimento.

     

Como resultado, obtenemos un pavimento epoxi antideslizante de unos 5-7 mms de espesor, el cual tiene como principales características el ser altamente resistente, higiénico y seguro.

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