Uno de los puntos más importantes en la creación de cualquier tipo de suelo, es la capa base. La misma debe proporcionar principalmente la resistencia al suelo así como aportarle la nivelación y corrección de imperfecciones necesarias.
Antes de comenzar con la aplicación de la capa base de Microcemento, debemos seguir unos ciertos pasos fundamentales para asegurarnos que la misma saldrá en condiciones óptimas.
Una vez recibido el suelo a revestir y comprobado que está en perfectas condiciones, lo primero que debemos hacer es concentrarnos en la medición de humedad, siempre debe ser por debajo del 5%, de lo contrario tendremos riesgos de dejarla encerrada en pasos posteriores y con el tiempo encontrarnos con levantamientos de zonas en el suelo.
Comenzaremos entonces desbastando o lijando el suelo para eliminar las imperfecciones que se encuentran hacia arriba. Dependiendo de si el suelo es bastante uniforme y los «pegotes» de mortero son grandes o no, deberemos usar una desbastadora. Si sin embargo simplemente los pegotes son pequeños e incluso son restos de materiales más blandos como el aguaplast, simplemente con una buena lijada podemos dejar el suelo en perfectas condiciones para aplicar la capa base de Microcemento. Los bordes, donde no suelen llegar las máquinas, se recomienda que se lijen a mano para lograr que toda la superficie este óptima.
Finalizado el proceso, procederemos a la limpieza del suelo. Para ello primero barreremos la más grande y por detrás es imprescindible que aspiremos bien todo el suelo y bordes, intentando eliminar hasta la última piedrecita, ya que después será fundamental a la hora de dejar el suelo liso.
Debemos comprobar que el sitio disponga de una buena iluminación y ventilación, que favorezca por un lado el secado y por el otro la visión al aplicador, ya que no es lo mismo ver un suelo y hacerlo con un foco y después presentarlo con unas luces LED desde el techo por ejemplo.
Con el suelo y el ambiente ya organizado y limpio, daremos una primera mano de imprimación a base de resinas acrílicas elásticas y un agregado de agua que la diluya. La misma se puede aplicar perfectamente con cualquier rodillo y brochas, evitando simplemente dejar charcas en el suelo y estirando lo necesario el producto.
En la mayoría de los casos, en un plazo de tiempo de tiempo de 30 minutos o una hora, la primera mano habrá sido absorbida por el suelo y estaremos en condiciones de dar una segunda mano de imprimación. Esta segunda mano no deberá estar diluida como la primera y nos permitirá sellar el poro lo suficiente para que produzca un efecto anti polvo y dispongamos de la adherencia necesaria para la aplicación del Microcemento.
En la mayoría de los casos, en espacios interiores, dejaremos secar la segunda mano de imprimación hasta 12 horas antes de aplicar la capa base de Microcemento. En el caso de espacios exteriores, después de 2-3 horas, la superficie estará lo suficientemente seca como para aplicar la capa base.
